


Llegue a mi lugar de trabajo con ánimos y en expectativa que fuera un buen día para atender a mis clientes. Revisando las citas para el día, arreglando un poco el sitio, mientras mi compañera atendía a una cliente, bastante desenvuelta y agradable.
Yo retocaba mi maquillaje mientras esperaba a mi cita, entre la platica de las tres, y sin ninguna preocupación, decidimos hacer cambios de lugar de todo el mobiliario, esto es porque no nos gusta ver el sitio siempre igual, planeamos donde acomodar cada sito, las mesas de trabajo, las sillas, espejos, la mesa de masajes, los estantes con todos los productos, entre risas y bromas la mañana transcurría agradable, de pronto entra al local un joven de estatura mediana, limpio, con lentes de aumento, barba cuidada, en forma de candado, con porte de estudiante educado y respetuoso. Entro y dijo:
Joven __Buenos días__, y todas respondimos al saludo.
Joven __Vengo de Palacio de Gobierno a entregar un documento, es una encuesta a todos
Los comercios con este ramo. __
Yo __ Me quede a la expectativa, porque mi compañera se acerco para ver el dichoso documento._
Joven__ Abrió un pequeño porta folio, y saco un arma__
De inmediato su personalidad camaleónica cambio, su mirada se torno dura, sus gestos eran retadores y sus señas eran directas.
Mis ojos, se clavaron en el arma, levante la mirada a verlo y su rostro se quedo grabado en mi mente, su mirada se cruzo con la mía y me miro retadora y amenazadora, en ese instante como reflejo me quede paralizada, el dijo: arrodillense, bajen la cabeza y no digan nada. Yo voltie a ver a mi compañera y solo apreté los ojos en sena de haz caso, no hagas nada, mis rodillas se doblaron y no solo me puse en rodillas, me acosté boca abajo, temiendo que el en un intento por neutralizarme me aventara, mi compañera permanecía arrodillada, yo solo escuchaba como empezaba a levantar la voz, diciéndole a nuestra cliente, que no oíste que no veas, que te agaches y te vayas al piso, al mismo tiempo le golpeo la cabeza y escuche como, la tiraba, mientras nosotras escuchábamos en silencio pecho tierra, cuando la pudo tener en el piso le dijo, si no se portan bien les voy a hacer lo mismo que a una señora, hoy temprano, no me quiso hacer caso y le metí un balazo en la cabeza, al mismo tiempo que, quitaba el seguro de la pistola...
Mi terror iba en aumento, yo imaginaba que estaba apuntándole a mi cliente, mientras el miedo me invadía, sentí que mi cuerpo se empezaba a desvanecer, todo se ponía negro en mi mirada, pensé por instantes, no , no me voy a desmayar, si algo me pasa quiero estar consiente, tranquila.... tranquila... empecé a respirar en bocanadas largas, lo mas lentas que podía, escuchaba los latidos de mi corazón a todo galope, escuchaba a mi compañera que empezaba a llorar, el ladrón, le grito que se callara poniéndole el arma en la nuca, mis ojos lo vieron y en ese instante cerré los ojos, no podía ver eso, solo pensaba en mi hijo, mi esposo, en que quería volver a verlos, fueron minutos, no se cuantos, pero fueron momentos espantosos, llenos de terror, ese, que te hace temblar y que luchas con tu cuerpo, con tu mente por no cometer errores, por no desfallecer y ser fuerte.
De pronto escuche que el tipo empezó a acercarse a cada una de nosotras, no pidió que pusiéramos las manos detrás de la espalda, nos anudo con tiras de plástico, los pies y finalmente nos amordazo. Cuando termino, lo escuchábamos caminar por todo el negocio llevando cosas, acarreando, grabadoras, una computadora del negocio, la cajita registradora, perfumes, bolsos, planchas de cabello, abrió y cerro cajones, cuando escuche el de mi lugar de trabajo, sabia que mi bolsa se la llevaría, finalmente empecé a escuchar que una de las clientes se quejaba y lloraba, en eso escuche que ella le pidió que no lo hiciera, el desgraciado la estaba manoseando, me llene de furia, me llene de indignación, y mi miedo iba incrementándose, después entro otro joven, no le vi el rostro, y se me estaba acercando, me quito la mordaza en un movimiento lento hasta puedo decir que con delicadeza y se acerco a querer besarme a lo que instintivamente cerré mis ojos y me volteé, el me agarro la cabeza y cuando estuvo a punto de hacerlo, alguien le grito, le dijo a ella no, ella es para mi. Mi terror ya no podía ser mayor. Ese era el jefe de esa banda, lo intuí por la autoridad con la que mandaba, me dio escalofríos, baje la cabeza no quería saber me tomo del brazo me levanto y yo mantenía los ojos medio cerrados, pude ver a mi compañera soportando a un tipo, sus manos en su cuerpo y ella llorando, sabia lo que me esperaba, porque a mi me metía a un sitio que tenemos junto al baño, no quería verle la cara, cuando de pronto me dejo en el piso, cerro la puerta y cuando sentí que se acercaba a mi, su cara su cuerpo podía olerlo, por Dios, no podía creerlo, era un tipo bien vestido, perfumado, bien rasurado, mientras mis suplicas en silencio, pedían que no lo hiciera, cuando sentí su aliento en mi rostro me di valor y abrí los ojos, lo vi., le dije .... NO, con la mirada, con mi cuerpo, con mi alma. Mis labios callaron, el se quedo viéndome unos segundos, acerco sus labios, sus manos estaban a punto de tirar de mi ropa, cuando un grito se escucho desde afuera...
Vámonos...ya viene gente.
El me vio y dijo, tuviste suerte, me quedo con las ganas... y mentó madres...
Me dejo en ese lugar, salieron.......todo siguió en silencio por minutos, me quede quieta, un temor de hacer ruido y que regresaran, finalmente ellas se arrastraron abrieron la puerta y gritaron a uno de los maestros de la escuela de ingles, que se encuentra casi a un lado.
Los maestros acudieron, las ayudaron y cuando llego el maestro, ese que cada vez que se iba nos regalaba una sonrisa, me levanto, corto las tiras de mis manos y pies, me levanto y fue cuando entonces pude llorar, mis palabras han sido escasas desde entonces, mi mente viaja, recuerda, analiza y planear todo lo que hay que hacer para no volver a pasar por algo así... Hoy los silencios me invaden y los terrores me rondan. Hoy el círculo se cerró. Hoy me tocó a mi. Hoy pude decir NO.