viernes, 18 de julio de 2008

Dios está ocupado haciendo infeliz a muchos

Ruy Alfonso Franco


¿Está el vaso medio vacío o medio lleno? Los optimistas se decantan por lo segundo. La realidad depara tantas desilusiones que prefieren ver las cosas medio llenas. El punto es: ¿se llenan? Parece que todo es cuestión de fe.


Maravillosa es la ronda amorosa cuando los ojos hablan. Después de eso ya nada es igual. Viene el olvido. Porque no es lo mismo enamoramiento que estar enamorado. Porque lo primero te lleva al cielo ida y vuelta, y lo segundo te puede instalar en él o volverse un infierno. Cronos agota, amodorra, desgasta. Queda entonces el afecto mutuo por los días, por los meses, por los años, por los hijos, por las cuentas y mascotas. Igual hay que tener fe.

Dios está en todos lados, dice el dogma feliz, pero nunca cuando se muere tu ser amado: tu hijito de cáncer, tu esposo aplastado, tu mujer de parto, tu padre de infartos, tu madre de pena. Luego, puedes escoger la aterradora soledad ante la certeza de lo terreno o aferrarte al credo porque no soportas la ausencia de lo divino y prefieres pensar que “Dios así lo quiso”.



Y mientras Dios está ocupado haciendo infeliz a muchos, el planeta se extingue: las abejas, el amazonas, los polos, las costas, los tigres... Mi fe.


Sólo me queda el verbo, el color y los acordes.

Ilustración: Bernardo Alatorre