
Se aprietan mis muslos
con jadeos incesantes
con latidos voluminosos
que hormiguean este instante
Las falanges se desprenden de las manos
Y se introducen curiosas
en mis ganas,
en medio de la espesa
y oscura concupiscencia
de sentir, gritar, volar
sin tu presencia.
Saboreo cada momento,
cada encuentro conmigo
en mi retorcido pensamiento
mientras la distancia
se acorta un segundo
con ritmos imparables
que colorean mis mejillas
desde lo más profundo de mis adentros
Eres el protagonista
del video perverso
que se proyecta
en la soledad de la noche
en la necesidad
de mi cuerpo
que urge de tu celo,
en el apetito que me atrapa
cuando te encuentras lejos
Termino lentamente
sobre la silla
Con los dedos casi muertos
introducidos en mi deseo
Esperando con ansias
Tu pronto regreso
para mitigar mis fantasías
Debajo de tu cuerpo.
con jadeos incesantes
con latidos voluminosos
que hormiguean este instante
Las falanges se desprenden de las manos
Y se introducen curiosas
en mis ganas,
en medio de la espesa
y oscura concupiscencia
de sentir, gritar, volar
sin tu presencia.
Saboreo cada momento,
cada encuentro conmigo
en mi retorcido pensamiento
mientras la distancia
se acorta un segundo
con ritmos imparables
que colorean mis mejillas
desde lo más profundo de mis adentros
Eres el protagonista
del video perverso
que se proyecta
en la soledad de la noche
en la necesidad
de mi cuerpo
que urge de tu celo,
en el apetito que me atrapa
cuando te encuentras lejos
Termino lentamente
sobre la silla
Con los dedos casi muertos
introducidos en mi deseo
Esperando con ansias
Tu pronto regreso
para mitigar mis fantasías
Debajo de tu cuerpo.
Pintura de Guillaume Seignac